Seria interminable la cantidad de Hermandades que tienen gran relación con el mundo taurino. Hablar en Córdoba de Jesús Caido y Manolete, El Prendimiento en Huelva, San Bernardo en Sevilla con sagas como los Carmona, Trigo, Vázquez, el Greñuo gaditano, el Cautivo en Málaga o el Señor de la Coronación de Espinas en Jerez. Seguro que en cada rincón de Andalucía hay cofradías ligadas a familias toreras.
Voy a citar un caso concreto con un detalle llamativo como es el que unen a la Cofradía sevillana del Baratillo y la Real Maestranza.
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y
Nuestra Señora de la Piedad y María Santísima de la Caridad en su
Soledad (1693) es una de las cofradías mas taurinas de Sevilla. Dada la proximidad de la Capilla del Baratillo con el
coso de la Real Maestranza de Caballería, antes de la lidia los toreros
suelen encomendarse a la Virgen de la Caridad que, además, es desde 1939
Patrona de la Vejez del Torero (Asociación Benéfica).
El albero de la Maestranza, que abre temporada taurina el Domingo de
Resurrección, es “estrenado” el Miércoles Santo por los nazarenos de la
cofradía, pues la arena del coso es, desde 1989, el espacio empleado por
los nazarenos para “formar” antes de salir en procesión. Asimismo, la
misa previa al desfile procesional es oficiada en la capilla de los
toreros de la plaza de toros. En esta capilla se muestran tres azulejos. Uno es de
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, otro de la Santísima Virgen de la
Esperanza Macarena y el último de María Santísima de la Caridad de la
Hermandad del Baratillo pues ambas instituciones tienen Carta de Hermandad desde 1992
oficialmente, aunque las dos están hermanadas desde hace siglos. De ahí
que uno de los guiones que salen en el cortejo cofradiero corresponda a
los maestrantes del coso.
Desde Pepe-Hillo hasta la actualidad decenas de toreros han prestado especial devoción por esta cofradía, Antonio Ordóñez, Chamaco, Joselito Huertas, El Cordobés, Morante, El Cid, Los Silveti entre tantos otros.
La Hermandad del Baratillo celebra cada año un
tradicional acto eucarístico dedicado al mundo taurino, como acción de
gracias una vez acabada la temporada de toros, pasado ya el otoño. Y,
tras la eucaristía, se celebra un amable acto de convivencia en la casa
de Hermandad. Toreros de todas las edades, empresarios, periodistas,
maestrantes y trabajadores de la Maestranza, gubernativos y aficionados
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