Un 25 de septiembre de 2011 se celebró la última corrida en Barcelona. El cartel José Tomás, Juan Mora y Serafín Marín con toros de El Pilar fueron los últimos protagonistas de la dilatada historia de la Plaza Monumental de Barcelona.
Que atrás queda cuando Don Pedro -conocido así en el planeta taurino- apostaba por toreros, los contrataba una y otra vez siempre
que triunfaran en la plaza y creaba así una gran expectación que
mantuvo viva una afición entendida, forjada sobre la propia tradición
taurina de Cataluña.
El descubrimiento de Chamaco, que llegó a abanderar un auténtico movimiento social en la Ciudad Condal; la afinidad con Manolete,
que tuvo a Barcelona como su plaza talismán ya que allí fue en donde el
Monstruo más veces toreó; o la programación de grandes acontecimientos,
de corridas especiales en las que las mejores figuras del momentos no se podían oponer a los dictados del empresario; eran rasgos fundamentales de su trabajo.
La fotografía de Pedro Balañá, y sus inconfundibles gafas,
junto a diestros de la talla de Marcial Lalanda, Domingo Ortega, el
propio Manolete, Antonio Bienvenida, Nicanor Villalta..., sobre el ruedo
monumental, es ya una imagen clásica de la historia gráfica del toreo.
D. Pedro en un Festival |
La Monumental, inaugurada en abril de 1914, era la única plaza que
mantenía la actividad taurina en Cataluña antes de la prohibición
decretada por una ley del Parlament. Durante el tiempo en que han estado
prohibidas las corridas en Cataluña y después de la sentencia del TC,
la Monumental ha acogido puntualmente eventos musicales, deportivos y
espectáculos circenses. También acogía un museo taurino donde se exponían una colección de carteles taurinos, trajes de toreros, trofeos, hierros
de ganaderías y material gráfico.
La empresa dueña de la plaza, el grupo Balañá expone que actualmente se niega a dar espectáculos taurinos por consideraciones jurídicas, sociales y políticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario