Es bastante común escuchar todos los días y a cronistas veteranos "mató en todo lo alto" y en realidad eso es imposible. Una estocada nunca puede estar en todo lo alto, se lo impediría la columna vertebral del toro, concretamente, a la altura de la cruz estarían las vértebras torácicas. Para que la estocada sea buena hay que buscar el hoyo de las agujas, tomando en consideración que hay dos hoyos de las agujas situados a la derecha y a la izquierda de la columna.
La estocada que produce el efecto más fulminante es aquella que entra por el hoyo de las agujas (en la cruz y 4º,5º y 6º espacio intercostal) con inclinación de 45º . La podemos considerar la estocada perfecta.
Prácticamente imposible sería la estocada que tocara corazón de efecto fulminante, si bien seria delantera y perpendicular salvo en toros brevilíneos, más frecuentes en toros con origen Saltillo, Buendía y Contreras.
Las delanteras (2º y 3º espacio) pueden lesionar arterias y venas del pulmón que provocan hemorragias. Se dice que lo han degollado y no es cierto. Si tocan nervios motores caen por incapacidad.
Las traseras (7ºy 8º espacio) tocan pulmón, diaframa e higado y llega la asfixia. Toca el uso del verduguillo.
Un aspecto importante es la casta del toro, animales con heridas importantes se resisten a caer, mientras que otros toros, con menos raza con heridas no necesariamente mortales se echan. Se recuerda que la estocada debe ser una mezcla de colocación y eficacia, aunque últimamente vale la eficacia en función de darle el trofeo al torero.
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