30 de mayo de 1954. Antonio Bienvenida se
encierra con 6 toros en Madrid de Graciliano Pérez Tabernero y todo sale perfecto de principio a fin. Tarde
triunfal, que se prolonga más allá de los aledaños de la plaza, pues los
aficionados llegan ante la casa de la madre del torero, y no cesan de
vitorearle durante varias horas. Corta dos orejas pero pierde otras por el acero...
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